martes, 14 de julio de 2015

Ruta dos

Existe una marca de llantas para autos llamada Continental, su logo es un caballo parado en las patas traseras, esa caballo representa el escudo de la ciudad de donde es originaria Continental; Hannover (Alemania). Ver ese escudo en una de las calles que me conducen hacia Otavalo (Ecuador) me hace recordar un día hace ya siete años, estoy sentado con Ella bajo la sombra de un árbol en un día soleado y algo caluroso del verano alemán, al frente se ve la universidad de Hannover, un palacio donado por los reyes de no sé que época para convertirlo en U, a la entra del edificio hay dos estatuas de leones acostados mirando hacia el frente, el pasto frente a ellos se ve verde brillante por el reflejo del sol, no hay muchos estudiantes, están en vacaciones de verano. En la mitad del prado se levanta una estatua de un caballo parado en sus patas traseras, el escudo de la ciudad, es un día muy bello.

Siete años después de ese día soleado estoy en la terminal de Pasto, hace un poco de frío y buscó un tiket hacia Ipiales, hay pocos viajeros y se puede negociar el pasaje, costo; 7 mil pesos, tengo algo de suerte, el conductor esta algo molesto con la empresa y no espera por si llegan más pasajeros, voy sólo en la Van ( un bus pequeño). En el camino suben dos personas más, de ahí en adelante al conductor sólo le interesa llegar a Ipiales, la carretera es buena, muchos abismos pero poco tráfico. Dos horas de recorrido y llego a la terminal de la ciudad, última parada antes de pasar a Ecuador, busco un guarda equipaje, dejo el morral (2 mil pesos la guardada) y salgo hacia la Iglesia de las Lajas, precio del pasaje: 2.200 pesitos. El recorrido dura como 20 minutos y unos 10 minutos más caminando desde donde lo deja el carro para llegar a la Iglesia. En el camino hay tiendas de recuerdos de detalles religiosos, más adelante, donde no hay vendedores, las paredes se llenan de placas de agradecimientos dejadas allí por creyentes en agradecimientos a la Virgen de las Lajas por algún favor recibido, estas placas van hasta el lado de la Iglesia, la cual es monumental, es muy bonita. Señores, damas vengan y la visitan, ustedes creo que son más católicos que yo, esa iglesia también es de ustedes.

De regreso a la terminal recojo la maleta y de una para el puente de Rumichaca, costo: 1.700 pesos, subo al taxi a la espera que se llene y algo me sucede, "se bueno con la ruta que la ruta será bueno contigo" (gracias Maca), "buenas" dice un chico que se acaba de subir, le respondo y empiezo a hablar con él, su nombre es Ronny, es ecuatoriano de viaje por Bogotá y será gran compañero de viaje por varias horas, me explica algunas cosas de Ecuador, hacemos los trámites de la salida y entrada de ambos países y me acompaña a cambiar dinero.

Pasaporte sellado y fotico en el puente (gracias Ronny) pasamos por migración Ecuador y yo aconsejo irnos en bus, "tranquilo, vamos en taxi, yo te pago tu pasaje" dice Ronny "upa, gracias, tengo que ahorrar y no me puedo negar" le respondo. Precio del taxi: 3.50 dólares, sí dólares. En 20 minutos estamos en la terminal de Tulcán, Ronny va hasta Quito, yo a Otavalo, valor del pasaje: 3.75 dólares, "yo te los pago, tu tienes que ahorrar" dice Ronny "hermano muchísimas gracias" le respondo, este tipo es muy amable.

Me habían dicho que los buses en Ecuador no son la maravilla, y tenían razón, ¿baños? Aguante papi, no hay, pero lo que si es una maravilla son las vías del país, dobles calzadas y en ampliación, afuera se ven montañas que tocan las nubes, es raro, soy extranjero pero me siento como en casa, incluso la policía ecuatoriana me hace sentir en mi país " una requisa a su maleta por favor " me dicen, "claro mi agente" le digo, me mira raro.

Después de casi cuatro horas de viaje el ayudante del bus me avisa que me aliste, ya casi llegamos al punto donde me bajo, el bus no entra a la terminal, llegamos, me despido de Ronny " buen viaje" le digo, " Que Dios te acompañe" me dice. Bajo del bus, me dan mi maleta, estoy sólo, no se ve nadie en la calle, son las 19:15 aproximadamente, empiezo a caminar hacia donde el instinto y google maps me dice, veo gente y pregunto por la Plaza de los Ponchos ( severo poncho jejeje), me dicen como llegar y llego, ahí está el hostal, América ínter, precio por noche: 6 dólares en dormitorio de 8 camas, ¡bien!, el dueño es recepcionista y colombiano, me identifica como compatriota " tienes suerte, en la habitación sólo hay dos chicas, una italiana y una holandesa" me dice "súper bien" le digo. Llego a la habitación, no me mentía, dos chicas, pero de momento me interesa más algo de comida, afuera en la Plaza de los Ponchos (jejeje ese nombre me gusta) venden cosas de comer, yo pido colada morada y una empanada, la una es del color del nombre con trocitos de piña y la empanada es sólo de harina, sin relleno como las de Colombia, pero saben bien. Regreso al hostal y hablo con las chicas, interesantes, pero estoy agotado. Ecuador y la ruta han sido buenos conmigo. El caballito parado en las patas traseras se queda en el anuncio y en mi memoria, como también en mi memoria se quedará lo que he vivido hasta ahora, el viaje no es hacia Bolivia, es hacia mi interior.

Camino a las Lajas

Las Lajas

Puente de Rumichaca

Vía a Otavalo, Ecuador

Vías ecuatorianas 

Hacia Otavalo

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