domingo, 26 de julio de 2015

Montañita - Ecuador

Hay una película que me gusta bastante y lo curioso es que nunca he visto el final y estando en Montañita se me viene a la memoria, no se si conocen a " Apocalipsis Now" , es una película sobre la guerra de vietnan y si bien Montañita no esta en guerra, si tiene olas y surf ¿no entienden la relación?, les tocó ver la peli.

Viajé desde Quito durante toda la noche, fueron casi 10 horas eternas, los buses en Ecuador dejan mucho que desear, sí, algunos tienen baños, pero solo para mujeres, ese era el caso del bus en el que yo viajaba, y yo que sufro de vejiga chiquita, nada que no solucione una parada en la estación de gasolina.

Al llegar a Montañita me bajo del bus y a buscar el hostal, Hidden Hause se llama y lo encuentro con gran facilidad gracias a que en el paradero del bus hay una chica (alemana) que caza posibles huéspedes, precio por noche: 7 dólares en habitación de ocho camas.

Después de descansar un momento lo primero que hago es ir a buscar una peluquería, "con la uno por los lados y arriba un poquito" le digo al caleño peluquero, "si querés te quito volumen arriba" me responde, "hagale" le digo. Me cuenta que en Colombia era profesor, pero que en Montañita le va mejor peluquiando, "gano más y me mato menos" me dice mientras echa tijera y quita volumen. Precio del corte: 3,50 dólares.

Para almorzar el caleño me recomienda un restaurante de colombianos, precio: 3 dólares y aguanta, de regreso al hostal me cambio y salgo para el mar, para el océano pacífico, nunca lo había visto, pero tiene un sabor muy semejante al mar caribe colombiano, al Tayrona, estoy sentado en la arena mirando al horizonte y me imagino que en cualquier momento aparecen unos helicópteros con parlantes donde suena una composición de Richard Wagner y un coronel diciendo que a Charlie no le gusta el surf, que lindo.

Las noches de Montañita son sólo rumba (fiesta), todos los hps días del año, gente de todo el mundo, creo que un 98% de la población es extranjera ya sean visitantes o lugareños, Montañita no parece Ecuador, parece otro lugar del mundo. Esa misma noche salgo con otros huéspedes del hostal a dar una vuelta, bares y discotecas por todos lados, puestos de cócteles, de comidas rápidas y claro, muchos artesanos. A eso de la 1 am me voy al hostal, estoy muy cansado aún del viaje, los otros huéspedes siguen no sé hasta que hora, quizás se quedan toda la noche, estamos en Montañita y a Charlie no le gusta el surf.

Al día siguiente (martes, creo) a la habitación donde estoy llega más gente,  un alemán, una gringa y una argentina, Ivana, hermosa ella, y claro, después de la playa, otras vez a la rumba, creo que muchos saben que no soy de ese ambiente de jolgorio, pero aquí en Montañita es imposible evitarlo, ese es el alma del pueblo. Estando en el bar llegan más personas, conocidos de Ivana, entre ellas esta Kristine, mierda, me llama mucho la atención, es alemana (que casualidad), aprende español y es linda, ojos claros, pequitas y alta, pero a diferencia de Charlie, a Kristine si le gusta el surf, y mañana nos vamos a ver de nuevo.

Amanece el miércoles (creo) y para variar y economizar cocino en el hostal, no preparo desayuno, únicamente almuerzo, pollo y papas con bastante guiso, me gusta mucho. El clima no es muy bueno, cae una leve llovizna, a las 15 horas salgo para encontrarme con Kristine, la idea es hacer surf, nos encontramos y caminamos en la playa, el viento sopla con fuerza, las olas llegan a la orilla con fuerza, hay bandera roja, no podemos surfear, que mal para nosotros, que suerte para Charlie. Kristine y yo nos despedimos, no es seguro que nos veamos esa noche, el clima es feo y yo no tengo mucho dinero, más tarde visitaré al cajero.

A eso de las 21 horas Ivanna me convida a salir a tomar algo, en un bar hay barra libre para las chicas (pueden tomar todo el licor que quieran gratis) yo voy con gusto, sólo que primero debo pasar por el cajero, Ivana me acompaña. Cuando introduzco la tarjeta ¡ohhh sorpresa! No puedo sacar dinero ¡mierda! Sólo tengo 22 dólares en el bolsillo, hasta ahí fue la salida con Ivana, ella se queda a buscar otras personas del hostal, yo me regreso a intentar solucionar el problema del banco, intento desde la red pero no puedo, me dicen que me acerque a una oficina del banco, busco en internet por la oficina más cercana, hay una en Tumbes, Perú y sólo tengo 22 dólares , ¡mierda! ¿Ahora que hago? Estoy sólo en Ecuador, sin dinero y sin oficina del banco. Me preocupa la situación. Intento buscar ayuda de mis amigos en Colombia, que me presten algo de dinero para lograr llegar a Perú, pero sólo me pueden prestar el dinero para el día siguiente, entre esos amigos está Patto, de Bogotá, le pido que intente contactar a mi banco a ver que me dicen. Me voy a dormir con la preocupación del siguiente día.

Jueves, estoy seguro que es jueves, me despierto y en el cell hay un mensaje de Patto con un número telefónico, me levantó salgo y me desayuno dos bananos, busco una cabina telefónica y llamo a Colombia, me responden en el banco, les comento mi problema, me hacen una prueba de seguridad y listo, ya puedo retirar dinero, ufff, que suerte. Muchas gracias Patto.

Ese día en el hostal una chica argentina y yo cocinamos juntos, así es más barato, hacemos lentejas, arroz y ensalada, precio: 1.50 dólares. Ivanna ya se ha marchado, la chica gringa también, al igual que el alemán, el suizo aún esta por ahí. 

Ese día salgo a la playa, el clima sigue igual de malo, camino un rato y regreso al hostal, duermo unas horas, ya en la noche voy al centro de la ciudad, camino por sus calles llenas de extranjeros, incluso encuentro la iglesia de Montañita, no pensé que hubiera una en este lugar. De regreso en el hostal recibo un mensaje de Kristine, me dice que si quiero ir a la playa a tomar una cerveza, ¡claro!.

A las 20 horas me encuentro con ella, me gasta la cerveza, me dice que yo pago la proxima en Lucerna o en Bogotá, lo que pase primero , caminamos por la playa, me cuenta de su vida, vive en Suiza y le gusta aprender idiomas, me gusta como habla, como se expresa. El clima no mejora, pero no importa, me agrada estar ahí. Después de no sé que tiempo Kristine quiere ir a su casa, se queda donde una familia local, si el clima mejora al día siguiente nos volvemos a ver para ir a otra playa, sólo si el clima mejora. 

Viernes, el clima es un asco y ya llevo una semana en Montañita, la idea era quedarme sólo dos noches, pero Montañita es adictiva, de un momento a otro me quiero ir, preparo un desayuno grande y voy a comprar el tiket para Cuenca, la siguiente ciudad que quiero visitar. Le escribo a Kristine desde el portátil del hostal, la WiFi no funciona, "Kristine, viajo hoy, nos vemos a las 12 en la terminal de buses" le escribo, no sé si lo leerá a tiempo. Voy a la habitación y empaco mi maleta, me despido de algunas personas y a las 12 estoy en la terminal, mi bus sale a las 13. Kristine no llega pero mi bus sí. 

Ya es sábado y estoy en Cuenca, aún no tengo internet, no sé nada de Kristine, me hubiera gustado despedirme de ella, decirle que me gusta, que me gustó conocerla, pero en fin, así es cuando se viaja. En el recuerdo quedará la noche del jueves, caminar por la playa de Montañita con Kristine mirando las luces de los barcos en la lejanía del mar. Me gusta el olor del napalm en la mañana, pero me gustó aún más el olor de sal marina de aquella noche.


Descripción gráfica de Montañita

El hostal

Iglesia de Montañita

Montañita de noche

Montañita de día

Terminal de buses de Montañita


jueves, 23 de julio de 2015

Quito

"Ronny, hermano, estoy totalmente perdido, no tengo ni idea donde estoy" fue lo primero que le dije a mi amigo cuando contestó el teléfono, y efectivamente, estaba más perdido que los papás del chavo, había llegado el día anterior a Quito, la segunda ciudad visitada en Ecuador y me había aventurado a regresar solo a la casa de Ronny, resultado; perdido, con tres dólares en un bolsillo y tres panes en el otro.

El día que llegué a Quito me despedí de Juan Manuel en la terminar norte (La ciudad tiene tres terminales, creo) y de ahí a llamar a Ronny para saber como encontrarme con él, y eso hago, una cabina y Ronny me dice que vaya al canal 5, bien, ¿como carajos llego allá? Pues preguntando. Lo primero que me parece raro de Quito es que los buses tienen algo como azafatas (creo que lo llaman así) y no sirven precisamente copas de champaña y comida de microondas, sino que van de un lado a otro cobrando el valor del pasaje, los pasajeros entran y se van a la silla y allá llega la aeromoza, bueno, la busmosa.

Al encontrarme con Ronny me presenta a Marcelo, su amigazo y quien será mi guía en gran parte de mi estancia en Quito. ¿Recuerdan eso de "se bueno con la ruta que la ruta será bueno contigo" (otra vez, gracias Maca) pues con Ronny y Marcelo se me demostró que así es, una vez estrechado los brazos me fui con Marcelo a la casa de Ronny, descargar  los 15 kilos de equipaje y hacer la inspección de rigor, ¿novedad?, los quiteños son muy amables.

En la tarde fui, con Marcelo y su esposa, donde un familiar de ellos, a tomar Trole (el transmi de Quito), precio; nada, Marcelo me gastó el pasaje, precio para Marcelo; 25 centavos de dólar, algo así como 500 pesos colombianos. ¿Novedad? El bus es muy barato en Ecuador y con "busmosa" incluida.

Una vez hecha la visita protocolaria nos regresamos a casa de Ronny, sin novedad en el frente, Quito es una ciudad muy segura, se va por calles oscuras y no pasa nada, llegamos a casa como a las 23 horas. Ronny vive con su madre ( la de él) y es un amor de señora, me trató mejor que al hijo, bueno, en realidad ambos fueron excelentes personas.

El día viernes, el día siguiente al que llegué, me fui con Marcelo a la mitad del mundo, tomar el bus, precio 25 centavos (lo gastó Marcelo) y en 40 minutos llegamos, lo primero que uno ve es el edificio de la UNASUR, ahhhh que belleza, espero ver algún día una Suramérica unida. Marcelo no entra conmigo, tiene que ir a hacer sus diligencias, así pues, entro sólo al parque, precio 6,80, creo, si uno es extranjero paga más, y claro, me pasó " ¿de donde nos visita?" preguntó la señora de la taquilla y yo con un aire de orgullo patrio dije "¡de Colombia!" y tenga, a pagar más. El parque es interesante, bonito, no entro en detalles, ustedes también pueden venir y pagar como extranjeros. Ahí dentro en el parque hacen un mini-tour al volcán Pululahua, lo interesante de ahí es que vive gente dentro del cráter, y el volcán esta activo, claro, no se ve la lava roja y humo por todos lados, el cráter esta sellado por no sé cuanto espesor de tierra y sobre ese "tapón" viven las personas, valor del tou; 4 dólares, después me enteré que eso era muy caro, fui a comprar una empanada y claro, ahí estaba el colombiano emprendedor, me dio buenos consejos para la próxima visita a Quito, entre ellos que se puede visitar el volcán y bajar hasta el cráter por un dólar, bueno saberlo, otro consejo fue visitar el Tejar, la zona antigua de Quito.

Ese mismos día a las 16 horas salgo hacia allí, no tengo ni idea donde es ni como llegar, pero preguntar siempre es gratis y allá llego. El Tejar es la zona colonial, la candelaria de Bogotá, solo que más grande, sin embargo sólo estoy allí por una hora, el camino de regreso a la casa de Ronny no lo conozco y me preocupa perderme.

Camino desde donde el bus me dejó, mierda, por aquí no es, son las 19 horas y estoy perdido, la única solución, llamar a Ronny, " no te preocupes, estas cerca, camina hasta el colegio Rokefeller y gira a la derecha, después izquierda y de nuevo a la derecha" me dice Ronny. Con sólo llegar al Rokefeller recuerdo el camino, llego a la casa después de estar perdido por media hora, ¡virgen santa! Me preocupé.

Sábado, desayuno cortesía de Ronny y de su mamá, extremadamente amables, una visita protocolaria donde el hermano de Ronny y de nuevo al Tejar, objetivo; la casa presidencial. Ronny conoce mucho de historia de Quito, me explica el por qué de muchas cosas, en especial me llama la atención el gobierno de Ecuador y ya que vamos a la casa presidencial Ronny me comenta lo que sabe, me habla del intento de golpe de estado contra Correa, una parte de la policía se alza y lo toman como rehén en un hospital, el Ejército reacciona y lo rescata, hay muertos de un lado y del otro, fue un día muy duro para los ecuatorianos, es casi un diario vivir para los colombianos.

Rafael Correa es el primer presidente que permite la entrada al público a la sede del gobierno, antes era prohibido, en el edificio también se encuentran los regalos dados por otros gobernantes, otros presidentes se los llevaban, Correa los deja para exposición, es interesante. Ronny me habla muy bien del presidente, ahora ya no existen tampoco los contratos por prestación de servicios, tres meses de prueba y después contrato laboral, orden presidencial, las vías son autopistas y la atención hospitalaria es gratuita y de calidad, me sorprende Ecuador, me sorprende Correa.

Visitamos toda la zona colonial, Ronny me dice que antes era muy fea, ahora ha cambiado, también cambio el congreso, ahora se llama asamblea y su presidenta tiene 29 años "somos un Ecuador incluyente, somos la patria grande" dice. Dejamos el centro y vamos hasta la basílica de Quito, una iglesia grande de estilo gótico, linda.

Al día siguiente me invitan a comer encebollado, un plato gigante, delicioso, Ronny y su madre me atienden muy, muy bien, creo que la ruta es buena conmigo, todo en la vida es un ciclo diría Buda, después vamos al Panecillo, una estatua de de la virgen María bendiciendo el norte de la ciudad, Ronny me dice que la virgen se olvidó del sur, sólo mira al norte, empieza a lloviznar y hace frío, nos vamos, Ecuador enamora, Quito me encanta, la familia de Ronny es increíble, tienen una casa muy bella, es sencilla pero hermosa, se respira hogar, se respira familia. Al día siguiente (lunes) viajo a Montañita en la costa ecuatoriana, lo haré en la noche, es lejos, la mañana del lunes la dejo para visitar una universidad y despedirme de Quito.

Lunes 19 horas, Ronny y Marcelo me acompañan a la terminal norte, de ahí tomo un bus que atraviesa la ciudad y me lleva a la terminal sur, las despedidas nunca son lindas, me despido de ambos, la noche anterior me despedí de la mamá de Ronny, me da tristeza irme, son personas que hacen volver a creer en la humanidad, aún hay gente buena en el mundo, Ronny me regala 10 dólares, increíble, para comprar frutas, me despido con un fuerte abrazo de ambos, ellos son Quito, ellos son Ecuador.

Pd: hermanos Ronny, disculpeme mil veces por lo del vidrio de la mesita, fue sin ninguna intensión.

Edificio de la UNASUR

Monumento "Mitad del Mundo"

Volcán Pululahua

Suramérica

Cripta en la iglesia de San Francisco

Iglesia de San Francisco

Casa presidencial

Con Ronny

Basílica de Quito

Panecillo, estatua de la Virgen

domingo, 19 de julio de 2015

Otavalo - Ecuador

Son las 19:30 y estoy en la sala de emergencias del hospital San Luis de Otavalo, queda a unas dos o tres cuadras del hostal, eso es una ventaja, la fiebre y el dolor son intensos, la cara se ve roja y por más cobijas que se coloque, el escalofrío no cesa, no soy yo quien esta enfermo, es Sabrina, la chica italiana con quien comparto el cuarto, ¿recuerdan?

El primer día en Otavalo fue de exploración, una vueltica por ahí no muy lejos, cuidado, quizás hay chirris (ladrones) o colombianos, que peligro, sin embargo al pasar por una vitrina me percaté que yo era el único colombiano por los alrededores, no se ve peligroso, se me sube la valentía y busco una ruta más lejana del hostal, en la recepción me dicen que hay una cascada muy bonita, distancia: 3 km, camelbak y Hata a la espalda y como dicen en el Ejército, echar infantería arrrrr (caminarrrr). El camino es un poquito en subida y después toca ir por las líneas ferreas, sí señores y damas, aquí hay tren, no como en Colombia que sólo hay el  turístico y el de niños del salitre mágico, en fin, después de 40 minutos llego al parque donde está la cascada, bosques de eucalipto y senderos, es muy bonito, hay una piscina artificial de agua fría, muy fría, en ella hay un papá con sus dos hijos, el mayor de unos 10 años esta feliz, el menor de unos 5 años tiene mucho frío "papá tengo frío, me ahogo" le dice al padre, " no te va a pasar nada" le responde.

La cascada es de unos diez metros de alto es bonita y hace frío, en sus aguas hay tres extranjeras, extranjeras de verdad , no como yo, rubias en bikini bañándose en la  cascada, les paso revista y la menor obtiene mi visto bueno, igual me voy , hace frío, el regreso son otros 3 km de infantería y tengo hambre, a buscar corrientazo (menú del día).

Hay sopa de crema de habas y de segundo (bandeja, seco) hay arroz relleno, ni idea que son las dos cosas pero hagale, el problema es de hambre, precio: 2,50 dólares. Ahh barriga llena corazón contento, el resto del camino transcurre sin novedad, erre, ¿me copia?

Al llegar a la habitación Sabrina tiembla, mierda, tiene un ataque de epilepsia, pienso,  le toco hombro y le hablo "oye, ¿estas bien?" , "no, tengo fiebre, estoy mal" me responde, mano a la frente, esta ardiendo, mierda, necesito un enfermero, erre, ¿me copia?

En mi morral tengo medicinas pero no sé si es alérgica a alguna,  le puedo dar té, se lo preparo y ella lo toma, también hiervo agua para ella, es todo lo que puedo hacer, a la hora se ve mucho mejor, la fiebre ha bajado y ella duerme, la dejo descansar.

En el hostal hay personas de España, Argentina, Italia (Sabrina), y un colombiano (yo) , muy interesantes, en la cocina compartimos los viajes realizados, consejos van y viene, tomo nota de ellos.

En la noche, en la Plaza de los Ponchos (jejeje amo ese nombre) venden comidas, le pregunto a Sabrina si quiere algo, se siente un poco mejor, ella va conmigo, me cuenta que es vegetariana, lleva seis meses viajando y es la segunda vez que se enferma, no puedo evitar mirlarla fijamente a los ojos, son de color castaño claro, Sabrina es muy bonita, le sonrío, de comida hay arroz con papas cocinadas, un poco de ensalada y un huevo, sabe bien, valor: 1.50 dólares, Sabrina me invita "te has preocupado mucho por mi" me dice, "tranquila" le respondo.

Al día siguiente busco una nueva ruta, en recepción me dicen que esta el mirador del pueblo, hay un árbol bonito y la panorámica es bien y pues me gustan los árboles y las panorámicas. Sabrina tiene algo de fiebre, pero no se ve tan mal, le dejo algo de fruta y aún tiene agua, me despido de ella y salgo rumbo al Lechero, así llaman al árbol de la montaña, en el camino hago una parada en el mercado del pueblo, como raro tengo hambre y en este lugar la comida es barata, de almuerzo me ofrecen  encebollado, una sopa de pescado con cebolla cabezona, sabe bastante bien, precio: 2 dólares. Con la barriga llena dejo la plaza y le pregunto a un policía por el mejor camino al Lechero, ¡virgen santa! El poli parece un guía turístico, me dice tres posibles rutas, precios y distancias, le digo que me interesa ir caminando, él me mira raro, son casi 4 km, es decir 8 km de ida y vuelta, "en esta esquina gira a la derecha y de nuevo a la izquierda y derecho hasta subir la montaña, después siga el camino empedrado" me dice el poli, eso hago e inicio la caminata, el lugar es solo pero seguro, después de caminar casi 2 km solo me cruzo con unas personas, les pregunto por el Lechero y me dice como llegar, ya estoy bastante cerca.

El lugar donde está el árbol tiene una linda panorámica del lago San Pablo, me siento bajo el Lechero y como una mandarina, un perro se me acerca y se saborea al verme comer, le ofrezco un pedazo de mandarina y lo come, me da cierta gracia , este perrito me recuerda a mi perro Cláudio, sólo que Cláudio ama los mangos.

Al bajar la montaña y llegar agotado al hostal Sabrina esta de nuevo mal, veo sus lindos ojos y me entristece no poderla ayudar "vamos al hospital" le digo, ella me responde que se siente muy mal, que va a esperar que se mejore un poco para ir, le digo que yo la acompañó, me da las gracias.

A las 18:00 recojo ropa de había dejado en la lavandería, subo a la parte de la cocina y ¡Jesús, María y José! Allí sentada a la mesa veo una chica que me obliga a ir a sentarme junto a ella, es argentina, rubia y a mis ojos hermosa, la miro y hablo con ella intentando que no se me note la cara de imbécil que tenemos los hombres cuando quedamos hipnotizados ante una mujer hermosa. Me dice que viaja con su hermano y un amigo de este, me dice también más cosas, pero sólo la miro y afirmo con la cabeza, no recuerdo lo que me dijo, sólo la veo, sus ojos, sus manos, su cabello, su 1.88 de altura, le pregunto si tiene facebook, la agrego, me acepta.

En ese momento llega Sabrina, me dice que se va para el hospital, le digo que la acompaño, ella acepta, dejo a Loli, igual no estoy viajando para buscar novia. El hospital queda a tres cuadras, llegamos a urgencias y en 10 minutos la atienden ( como en Colombia, ¿no?), mientras le toman la temperatura llegan unas señoras con una anciana con la cara golpeada, se ha caído, tiene un ojo morado y la frente con un hematoma, diez minutos y es atendida, también llega una mujer que parece que tiene una granada en la apéndice, y le va a estallar, 3 minutos y es atendida, aparece una mujer inconsciente, atención inmediata, así mismo llegan varias personas con dolores quienes son atendidos de forma inmediata (como en Colombia, ¿no?). Erres, Erres, ¿me copian?

Después de 3 horas de exámenes, suero por intravenosa y fórmula médica Sabrina y yo nos vamos al hostal, ella esta débil y camina muy despacio, le ayudo. En el hostal el resto de viajeros están reunidos en el comedor, Juan Manuel, un español y excelente cocinero ha preparado una pizza, nos convidan, pero Sabrina prefiere ir a dormir, ya son casi las 23 horas. La mayoría de los viajeros tienen estudios superiores, después del viaje varios quieren hacer también la maestría, mientras comemos hablamos, ahí están Juliana y Maru, dos chicas de Argentina que hace seis meses están viajando, ambas profes de teatro, Juan Manuel, creo que estudio historia del arte, Imna, también de España, no recuerdo que ha estudiado pero esta en Ecuador por una beca, la hermosa Loli, matemática, hay otros españoles y argentinos pero no hable mucho con ellos, sin embargo es muy interesante las conversaciones en diversos acentos del español, escuchar cantar a las argentinas con Inma, resulta muy placentero "me voy, que lástima pero adiós". Mañana yo viajo a Quito y Juan Manuel me acompaña.

El último día en Otavalo es para mi algo nostálgico,es muy posible que a estas personas nunca más las vuelva a ver en la vida, Sabrina esta mejor, me gustaría no dejarla, cuidarla más, pero cada uno tiene un ruta diferente, la abrazo, la apreto contra mi, le beso la mejilla, " me gustaría verte de nuevo en la ruta, o sino en la otra vida" le digo, no se si me entiende, creo que no, me despido de los que encuentro, Loli no está. Juan Manuel me esta  esperando, morral a la espalda y dejo el Hostal American Inter, vamos a la terminal y subimos al bus rumbo a Quito, precio: 2.60 dólares. Llevo tres días en Ecuador y ya me sorprende, aquí la salud es gratuita y es para todos, nacionales o extranjeros, si, gratuita, y lo vi gracias a Sabrina, no sé donde estará ahora ella, espero que esté bien, lo único que me genera cierta tranquilidad es que si de nuevo recae, en el hospital la atenderán con rapidez y calidad, como en Colombia, ¿no?


Línea férrea Otavalo - Ibarra

Cascada de Peguche

Encebollado

Hacia "El lechero"

El Lechero

Hospital San Luis


El perrito de la mandarina


martes, 14 de julio de 2015

Ruta dos

Existe una marca de llantas para autos llamada Continental, su logo es un caballo parado en las patas traseras, esa caballo representa el escudo de la ciudad de donde es originaria Continental; Hannover (Alemania). Ver ese escudo en una de las calles que me conducen hacia Otavalo (Ecuador) me hace recordar un día hace ya siete años, estoy sentado con Ella bajo la sombra de un árbol en un día soleado y algo caluroso del verano alemán, al frente se ve la universidad de Hannover, un palacio donado por los reyes de no sé que época para convertirlo en U, a la entra del edificio hay dos estatuas de leones acostados mirando hacia el frente, el pasto frente a ellos se ve verde brillante por el reflejo del sol, no hay muchos estudiantes, están en vacaciones de verano. En la mitad del prado se levanta una estatua de un caballo parado en sus patas traseras, el escudo de la ciudad, es un día muy bello.

Siete años después de ese día soleado estoy en la terminal de Pasto, hace un poco de frío y buscó un tiket hacia Ipiales, hay pocos viajeros y se puede negociar el pasaje, costo; 7 mil pesos, tengo algo de suerte, el conductor esta algo molesto con la empresa y no espera por si llegan más pasajeros, voy sólo en la Van ( un bus pequeño). En el camino suben dos personas más, de ahí en adelante al conductor sólo le interesa llegar a Ipiales, la carretera es buena, muchos abismos pero poco tráfico. Dos horas de recorrido y llego a la terminal de la ciudad, última parada antes de pasar a Ecuador, busco un guarda equipaje, dejo el morral (2 mil pesos la guardada) y salgo hacia la Iglesia de las Lajas, precio del pasaje: 2.200 pesitos. El recorrido dura como 20 minutos y unos 10 minutos más caminando desde donde lo deja el carro para llegar a la Iglesia. En el camino hay tiendas de recuerdos de detalles religiosos, más adelante, donde no hay vendedores, las paredes se llenan de placas de agradecimientos dejadas allí por creyentes en agradecimientos a la Virgen de las Lajas por algún favor recibido, estas placas van hasta el lado de la Iglesia, la cual es monumental, es muy bonita. Señores, damas vengan y la visitan, ustedes creo que son más católicos que yo, esa iglesia también es de ustedes.

De regreso a la terminal recojo la maleta y de una para el puente de Rumichaca, costo: 1.700 pesos, subo al taxi a la espera que se llene y algo me sucede, "se bueno con la ruta que la ruta será bueno contigo" (gracias Maca), "buenas" dice un chico que se acaba de subir, le respondo y empiezo a hablar con él, su nombre es Ronny, es ecuatoriano de viaje por Bogotá y será gran compañero de viaje por varias horas, me explica algunas cosas de Ecuador, hacemos los trámites de la salida y entrada de ambos países y me acompaña a cambiar dinero.

Pasaporte sellado y fotico en el puente (gracias Ronny) pasamos por migración Ecuador y yo aconsejo irnos en bus, "tranquilo, vamos en taxi, yo te pago tu pasaje" dice Ronny "upa, gracias, tengo que ahorrar y no me puedo negar" le respondo. Precio del taxi: 3.50 dólares, sí dólares. En 20 minutos estamos en la terminal de Tulcán, Ronny va hasta Quito, yo a Otavalo, valor del pasaje: 3.75 dólares, "yo te los pago, tu tienes que ahorrar" dice Ronny "hermano muchísimas gracias" le respondo, este tipo es muy amable.

Me habían dicho que los buses en Ecuador no son la maravilla, y tenían razón, ¿baños? Aguante papi, no hay, pero lo que si es una maravilla son las vías del país, dobles calzadas y en ampliación, afuera se ven montañas que tocan las nubes, es raro, soy extranjero pero me siento como en casa, incluso la policía ecuatoriana me hace sentir en mi país " una requisa a su maleta por favor " me dicen, "claro mi agente" le digo, me mira raro.

Después de casi cuatro horas de viaje el ayudante del bus me avisa que me aliste, ya casi llegamos al punto donde me bajo, el bus no entra a la terminal, llegamos, me despido de Ronny " buen viaje" le digo, " Que Dios te acompañe" me dice. Bajo del bus, me dan mi maleta, estoy sólo, no se ve nadie en la calle, son las 19:15 aproximadamente, empiezo a caminar hacia donde el instinto y google maps me dice, veo gente y pregunto por la Plaza de los Ponchos ( severo poncho jejeje), me dicen como llegar y llego, ahí está el hostal, América ínter, precio por noche: 6 dólares en dormitorio de 8 camas, ¡bien!, el dueño es recepcionista y colombiano, me identifica como compatriota " tienes suerte, en la habitación sólo hay dos chicas, una italiana y una holandesa" me dice "súper bien" le digo. Llego a la habitación, no me mentía, dos chicas, pero de momento me interesa más algo de comida, afuera en la Plaza de los Ponchos (jejeje ese nombre me gusta) venden cosas de comer, yo pido colada morada y una empanada, la una es del color del nombre con trocitos de piña y la empanada es sólo de harina, sin relleno como las de Colombia, pero saben bien. Regreso al hostal y hablo con las chicas, interesantes, pero estoy agotado. Ecuador y la ruta han sido buenos conmigo. El caballito parado en las patas traseras se queda en el anuncio y en mi memoria, como también en mi memoria se quedará lo que he vivido hasta ahora, el viaje no es hacia Bolivia, es hacia mi interior.

Camino a las Lajas

Las Lajas

Puente de Rumichaca

Vía a Otavalo, Ecuador

Vías ecuatorianas 

Hacia Otavalo

lunes, 13 de julio de 2015

Pasto

Que difícil es encontrar el camino al cielo y el camino al Edén, aveces el camino esta ahí, cerquita según google maps, pero por más que caminé y pregunté no encontré las puertas del Edén, pero encontré a Sendoya, noche: los mismos 15 mil pesitos, WiFi, agua caliente pero sin canal porno, creo que sobreviviré.

Lo primero que uno ve al salir de la terminal de Pasto (y si el clima lo permite) es el majestuoso volcán Galeras, ¡virgen santísima! Que montaña tan gigante, ¿se acuerdan de ese capítulo de los simpsons cuando Homero va a subir una montaña patrocinado por una barra de cereal hecha de periódicos viejos? Sí, algo así es de sorprendente ver ese volcán ahí tan cerca, monserrate parece la primera montañita del ya mencionada capítulo. A las 18:30 por fin llego al hostal, me dan la llave, pago, descargo el morral y salgo a buscar algo de comer, quizás un perro con gaseosa, pero ¡ohhh sorpresa! hay restaurantes abiertos aún y ofrecen cena y como el niño del perifoneo ¿a como? A 2.500 pesos, sí señores y damas, muy barato, sopita de arroz, pollito sudado, alverja, platanito y arroz por esa módica suma de dinero, no había juguito, nos tocó echar mancha tripa, frutiño.

Cuando llego de nuevo al hotel, que también hace las veces de residencia, hay varias chicas en la recepción, la recepcionista Tatiana , la hermana de ella y una amiga, Laura, y una hora más tarde nos encontramos tomando unas cervezas, hasta ahí bien, pinta bueno. De Pasto me sorprende las mujeres, son muy guapas, nada que ver con el estereotipo que nos que nos pintan en el interior del país, disfruto de la jirafa de cerveza, ellas me cuentan de sus penas amorosas, no son las únicas con penas de ese tipo, me tomo el último vaso y nos vamos, acompañamos a Laura a su casa y yo al hotel con Tatiana y la hermana, allá esta un tipo tomando cerveza en la salita de la recepción, le comento mi impresión de las pastusas, "sí, las últimas camadas han salido buenas, las de antes eran más bien malitas" me dice, "¡oiga!" dice Tatiana, yo me voy a dormir, mañana me levanto temprano.

Al día siguiente no me levanto temprano como quería, son las 10 y apenas me voy a bañar, agua caliente, rico para el frío pastuso, salgo y google me dice que no tan lejos salen los buses para la laguna de la Cocha, esta vez google tiene razón. 4 mil pesos y 40 minutos de viaje y ahí estoy chupando frío, pero vale la pena, las casas, las lanchas y los canales de agua dan una impresión rara, hay neblina también, las casas son en madera pintadas de diversos colores, es muy bonito, se merece el selfie, el paisaje es hermoso.

Se puede navegar por la laguna, precio: 35 mil el viaje ya sea uno o hasta cinco personas, hablo con cuatro personas más, de 7 mil cada uno, ¡todos a bordo! El recorrido dura como 40 minutos, de ahí 20 minutos son para ir y caminar en una isla cuyo nombre ya olvidé, pero es muy bonito también. De regreso en el puerto hace hambre, la  solución; plato de trucha al ajillo, rico. Precio: 10  mil pesos y de regreso para Pasto. Ahhh consejo, lleven botas, si son pantaneras mejor.

No soy religioso pero me gusta el arte religioso y en Pasto hay iglesias muy decoradas, hay una cerca a la plaza de Nariño, yo sólo pregunté por la catedral y me mandaron para allá, hermosa, ahí estuve como 40 minutos mirando para el techo, esta pintado con ángeles y dioses.

De nuevo para el hotel, mañana espero llegar a Otavalo (Ecuador) y después aún más al sur. Lunes, me levanto, me baño y maleta a la espalda, ¿recuerdan que les dije que el hotel es también residencial? Pues los gemidos de una pareja en plena follada lo confirman, que se diviertan, a mi la ruta me espera, paso por la recepción y me despido de Tatiana, muy amable ella, salgo del hotel y desayuno de tres mil pesos, al terminal y rumbo a Ipiales. No hubo canal Porno en Pasto pero la pareja del hotel me estampó una sonrisa para el viaje, quizás aún le están dando a la matraca.

Terminal de Pasto


Vía a la laguna de la Cocha

                      Laguna de la Cocha

Laguna de la Cocha


Catedral de Pasto

Catedral de Pasto

Catedral de Pasto

Camino a iglesia de las Lajas

Catedral de las Lajas

domingo, 12 de julio de 2015

Popayán

"Niño, no te me vayas a vomitar" le dice un morenazo al niño que viaja junto a él como vecino de puesto en el bus que nos lleva de Cali a Popayán, yo estoy en la última fila del bus junto a dos chicas, sus rasgos son indígenas aunque su vestimenta no, afuera el bus recorre la vía panamericana entre grandes cultivos de caña, aquí la vía es buena, doble  calzada, que gomelos los vallunos ve. El viaje transcurre sin pena ni gloria, en algún punto el niño se ha bajado y por lo visto no se ha vomitado, lo ha logrado, quizás esta noche duerma con algo de orgullo.

Dos horas de viaje y 14 mil pesos patrocinados por kawasaki dan como resultado la llegada a Popayán, hace algo de calor y mi maleta de espalda no ha disminuido de peso, al contrario parece que subió. Que raro. Inicio la caminata para el hostal trail, o algo así, valor de la cama: 22 mil pesos, cuarto con ocho camas. Son casi las doce del día y tengo hambre, la chica recepcionista con atractivos ojos azules me da un mapa  de la ciudad, ¿almuerzo? - le pregunto-, sí, por esta calle - me señala -,¿de donde eres? - vuelvo y pregunto-, Escocia me dice. Dios bendiga a William Walles.

Almuerzo 5 mil pesos, y deja lleno, pregunto por el puente de humilladero y el morro, dos atractivos de la ciudad, el primero construido por allá en  época colonial y el segundo el mirador de la ciudad coronado con la estatua de Belalcázar, joder tío Popayán es muy colonial.

En el parque Caldas me encuentro a dos niñas hippies, venden algo como buñuelos, vienen del sur para el norte, una francesa y la otra mexicana. Dios bendiga a Pancho Villa, Zapata y Chespirito.

Popayán es una ciudad para estar un día, y eso hago, en la noche salgo a comer algo con la incertidumbre del viaje a Pasto, no he encontrado hostal o Coach y no he podido habilitar la tarjeta para usarla en el exterior, eso me pone algo nervioso, no sé que hacer. Donde voy a comer me encuentro con las chicas hippies, les cuento mi incertidumbre. Me aconsejan, se bueno con la ruta que ella será bueno contigo me dice la mexicana, no lo entiendo mucho pero me da su facebook. No contaban con mi astucia.

Llego al hostal y como una hora después llegan una pareja de australianos, también vienen del sur y su español no es muy bueno, sus historias me dan ánimo, agarro el celular y busco donde quedarme en Pasto, nada, le escribo a Alex Haller (amigo de la U que ha hecho la ruta hasta Quito) y él me da la solución, hotel el Eden, 15 mil la noche, tv, WiFi y canal porno, ¡siganmen los buenos!

Al siguiente día desayuno (5 mil pesos), me despido de los australianos y salgo a la terminal rumbo al Edén, pasaje 25 kawasakis con WiFi y toma de energía, que gomelo el mochilero, subo al bus y mi puesto esta ocupado, ¡ehhhhhh mierda, señora! Pero recuerdo unas palabras " se bueno con la ruta que la ruta será bueno contigo" , "tranquila señora, yo me voy en otro puesto" son tres ancianas, un niño y una chica con retraso (perdón por utilizar la palabra), tomo otro  puesto y conecto mis aparatos. Dios bendiga la tecnología.

Puente de humilladero

Belalcázar

Plaza de Caldas

Panorámica desde "El morro"


viernes, 10 de julio de 2015

Cali

¿Alguien conoce o ha escuchado alguna vez esa canción que dice algo así como "las caleñas
con su caminar me hace delirar"?, ¿si? pues bien, las caleñas no me hicieron delirar, claro son bonitas, tiene una mezcla entre mujer de tierra fría y de tierra caliente, sin embrago lo que si me hizo delirar fue la ciudad de Cali en si misma, calles limpias y un sistema de transporte muy ordenado, con el mismo sistema de transmilenio pero con otro nombre (MIO) y mejor servicio, ¿colados? nooo, eso es típico rolo, tan rolo como el acento del que tanto nos enorgullecemos y que una vez fuera de la ciudad solo nos sirve para que nos den en la cabeza. La gente de Cali es muy amable, recuerda al señor Koffey? sí, algo así, morenitos y amables. ¿y la seguridad? pues no vi ñeros con con camisetas de equipos o ñeradas por el estilo, muy bueno.

Una de las ventajas de salir de viaje es precisamente esa, conocer otras ciudades, ver que es posible vivir en algún otro lugar que no sea ese pedazo de hueco donde uno ha pasado la mayor parte de la misera vida de uno, hay mejores vivideros y posibilidades de mudarse, siempre. Cali la tendré en la lista de ciudades para emigrar. Cholado, champús y cultura ciudadana enamoran, pegan duro ve.

La idea era estar unicamente dos noches, sin embargo la aumente a cuatro, muy bueno, sin embargo el tiempo pasa y el viaje continua, la próxima parada es Popayan y de allí a Pasto y siguiendo los pasos de Pym, seguiré mas hacia el sur.

Para mas info de Cali vean en Wikipedia, o mejor a aun, viajen, que Bogotá no es Europa y uno vive allá es más por necesidad que por gusto. 

Paso peatonal en el centro de Cali con WiFi gratis.


Monumentos a las gatas.


La arquitectura colonial y el contraste con los nuevos edificios.


Vista de la ciudad de Cali desde el parque de San Antonio.


Estatua de Belalcázar.


Cholao valluno, cerca del estadio.


Estadio de Cali ( se me olvidó el nombre).


Pablo junto a mi maleta.

Gracias Karen por la acogida.