domingo, 19 de julio de 2015

Otavalo - Ecuador

Son las 19:30 y estoy en la sala de emergencias del hospital San Luis de Otavalo, queda a unas dos o tres cuadras del hostal, eso es una ventaja, la fiebre y el dolor son intensos, la cara se ve roja y por más cobijas que se coloque, el escalofrío no cesa, no soy yo quien esta enfermo, es Sabrina, la chica italiana con quien comparto el cuarto, ¿recuerdan?

El primer día en Otavalo fue de exploración, una vueltica por ahí no muy lejos, cuidado, quizás hay chirris (ladrones) o colombianos, que peligro, sin embargo al pasar por una vitrina me percaté que yo era el único colombiano por los alrededores, no se ve peligroso, se me sube la valentía y busco una ruta más lejana del hostal, en la recepción me dicen que hay una cascada muy bonita, distancia: 3 km, camelbak y Hata a la espalda y como dicen en el Ejército, echar infantería arrrrr (caminarrrr). El camino es un poquito en subida y después toca ir por las líneas ferreas, sí señores y damas, aquí hay tren, no como en Colombia que sólo hay el  turístico y el de niños del salitre mágico, en fin, después de 40 minutos llego al parque donde está la cascada, bosques de eucalipto y senderos, es muy bonito, hay una piscina artificial de agua fría, muy fría, en ella hay un papá con sus dos hijos, el mayor de unos 10 años esta feliz, el menor de unos 5 años tiene mucho frío "papá tengo frío, me ahogo" le dice al padre, " no te va a pasar nada" le responde.

La cascada es de unos diez metros de alto es bonita y hace frío, en sus aguas hay tres extranjeras, extranjeras de verdad , no como yo, rubias en bikini bañándose en la  cascada, les paso revista y la menor obtiene mi visto bueno, igual me voy , hace frío, el regreso son otros 3 km de infantería y tengo hambre, a buscar corrientazo (menú del día).

Hay sopa de crema de habas y de segundo (bandeja, seco) hay arroz relleno, ni idea que son las dos cosas pero hagale, el problema es de hambre, precio: 2,50 dólares. Ahh barriga llena corazón contento, el resto del camino transcurre sin novedad, erre, ¿me copia?

Al llegar a la habitación Sabrina tiembla, mierda, tiene un ataque de epilepsia, pienso,  le toco hombro y le hablo "oye, ¿estas bien?" , "no, tengo fiebre, estoy mal" me responde, mano a la frente, esta ardiendo, mierda, necesito un enfermero, erre, ¿me copia?

En mi morral tengo medicinas pero no sé si es alérgica a alguna,  le puedo dar té, se lo preparo y ella lo toma, también hiervo agua para ella, es todo lo que puedo hacer, a la hora se ve mucho mejor, la fiebre ha bajado y ella duerme, la dejo descansar.

En el hostal hay personas de España, Argentina, Italia (Sabrina), y un colombiano (yo) , muy interesantes, en la cocina compartimos los viajes realizados, consejos van y viene, tomo nota de ellos.

En la noche, en la Plaza de los Ponchos (jejeje amo ese nombre) venden comidas, le pregunto a Sabrina si quiere algo, se siente un poco mejor, ella va conmigo, me cuenta que es vegetariana, lleva seis meses viajando y es la segunda vez que se enferma, no puedo evitar mirlarla fijamente a los ojos, son de color castaño claro, Sabrina es muy bonita, le sonrío, de comida hay arroz con papas cocinadas, un poco de ensalada y un huevo, sabe bien, valor: 1.50 dólares, Sabrina me invita "te has preocupado mucho por mi" me dice, "tranquila" le respondo.

Al día siguiente busco una nueva ruta, en recepción me dicen que esta el mirador del pueblo, hay un árbol bonito y la panorámica es bien y pues me gustan los árboles y las panorámicas. Sabrina tiene algo de fiebre, pero no se ve tan mal, le dejo algo de fruta y aún tiene agua, me despido de ella y salgo rumbo al Lechero, así llaman al árbol de la montaña, en el camino hago una parada en el mercado del pueblo, como raro tengo hambre y en este lugar la comida es barata, de almuerzo me ofrecen  encebollado, una sopa de pescado con cebolla cabezona, sabe bastante bien, precio: 2 dólares. Con la barriga llena dejo la plaza y le pregunto a un policía por el mejor camino al Lechero, ¡virgen santa! El poli parece un guía turístico, me dice tres posibles rutas, precios y distancias, le digo que me interesa ir caminando, él me mira raro, son casi 4 km, es decir 8 km de ida y vuelta, "en esta esquina gira a la derecha y de nuevo a la izquierda y derecho hasta subir la montaña, después siga el camino empedrado" me dice el poli, eso hago e inicio la caminata, el lugar es solo pero seguro, después de caminar casi 2 km solo me cruzo con unas personas, les pregunto por el Lechero y me dice como llegar, ya estoy bastante cerca.

El lugar donde está el árbol tiene una linda panorámica del lago San Pablo, me siento bajo el Lechero y como una mandarina, un perro se me acerca y se saborea al verme comer, le ofrezco un pedazo de mandarina y lo come, me da cierta gracia , este perrito me recuerda a mi perro Cláudio, sólo que Cláudio ama los mangos.

Al bajar la montaña y llegar agotado al hostal Sabrina esta de nuevo mal, veo sus lindos ojos y me entristece no poderla ayudar "vamos al hospital" le digo, ella me responde que se siente muy mal, que va a esperar que se mejore un poco para ir, le digo que yo la acompañó, me da las gracias.

A las 18:00 recojo ropa de había dejado en la lavandería, subo a la parte de la cocina y ¡Jesús, María y José! Allí sentada a la mesa veo una chica que me obliga a ir a sentarme junto a ella, es argentina, rubia y a mis ojos hermosa, la miro y hablo con ella intentando que no se me note la cara de imbécil que tenemos los hombres cuando quedamos hipnotizados ante una mujer hermosa. Me dice que viaja con su hermano y un amigo de este, me dice también más cosas, pero sólo la miro y afirmo con la cabeza, no recuerdo lo que me dijo, sólo la veo, sus ojos, sus manos, su cabello, su 1.88 de altura, le pregunto si tiene facebook, la agrego, me acepta.

En ese momento llega Sabrina, me dice que se va para el hospital, le digo que la acompaño, ella acepta, dejo a Loli, igual no estoy viajando para buscar novia. El hospital queda a tres cuadras, llegamos a urgencias y en 10 minutos la atienden ( como en Colombia, ¿no?), mientras le toman la temperatura llegan unas señoras con una anciana con la cara golpeada, se ha caído, tiene un ojo morado y la frente con un hematoma, diez minutos y es atendida, también llega una mujer que parece que tiene una granada en la apéndice, y le va a estallar, 3 minutos y es atendida, aparece una mujer inconsciente, atención inmediata, así mismo llegan varias personas con dolores quienes son atendidos de forma inmediata (como en Colombia, ¿no?). Erres, Erres, ¿me copian?

Después de 3 horas de exámenes, suero por intravenosa y fórmula médica Sabrina y yo nos vamos al hostal, ella esta débil y camina muy despacio, le ayudo. En el hostal el resto de viajeros están reunidos en el comedor, Juan Manuel, un español y excelente cocinero ha preparado una pizza, nos convidan, pero Sabrina prefiere ir a dormir, ya son casi las 23 horas. La mayoría de los viajeros tienen estudios superiores, después del viaje varios quieren hacer también la maestría, mientras comemos hablamos, ahí están Juliana y Maru, dos chicas de Argentina que hace seis meses están viajando, ambas profes de teatro, Juan Manuel, creo que estudio historia del arte, Imna, también de España, no recuerdo que ha estudiado pero esta en Ecuador por una beca, la hermosa Loli, matemática, hay otros españoles y argentinos pero no hable mucho con ellos, sin embargo es muy interesante las conversaciones en diversos acentos del español, escuchar cantar a las argentinas con Inma, resulta muy placentero "me voy, que lástima pero adiós". Mañana yo viajo a Quito y Juan Manuel me acompaña.

El último día en Otavalo es para mi algo nostálgico,es muy posible que a estas personas nunca más las vuelva a ver en la vida, Sabrina esta mejor, me gustaría no dejarla, cuidarla más, pero cada uno tiene un ruta diferente, la abrazo, la apreto contra mi, le beso la mejilla, " me gustaría verte de nuevo en la ruta, o sino en la otra vida" le digo, no se si me entiende, creo que no, me despido de los que encuentro, Loli no está. Juan Manuel me esta  esperando, morral a la espalda y dejo el Hostal American Inter, vamos a la terminal y subimos al bus rumbo a Quito, precio: 2.60 dólares. Llevo tres días en Ecuador y ya me sorprende, aquí la salud es gratuita y es para todos, nacionales o extranjeros, si, gratuita, y lo vi gracias a Sabrina, no sé donde estará ahora ella, espero que esté bien, lo único que me genera cierta tranquilidad es que si de nuevo recae, en el hospital la atenderán con rapidez y calidad, como en Colombia, ¿no?


Línea férrea Otavalo - Ibarra

Cascada de Peguche

Encebollado

Hacia "El lechero"

El Lechero

Hospital San Luis


El perrito de la mandarina


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