domingo, 12 de julio de 2015

Popayán

"Niño, no te me vayas a vomitar" le dice un morenazo al niño que viaja junto a él como vecino de puesto en el bus que nos lleva de Cali a Popayán, yo estoy en la última fila del bus junto a dos chicas, sus rasgos son indígenas aunque su vestimenta no, afuera el bus recorre la vía panamericana entre grandes cultivos de caña, aquí la vía es buena, doble  calzada, que gomelos los vallunos ve. El viaje transcurre sin pena ni gloria, en algún punto el niño se ha bajado y por lo visto no se ha vomitado, lo ha logrado, quizás esta noche duerma con algo de orgullo.

Dos horas de viaje y 14 mil pesos patrocinados por kawasaki dan como resultado la llegada a Popayán, hace algo de calor y mi maleta de espalda no ha disminuido de peso, al contrario parece que subió. Que raro. Inicio la caminata para el hostal trail, o algo así, valor de la cama: 22 mil pesos, cuarto con ocho camas. Son casi las doce del día y tengo hambre, la chica recepcionista con atractivos ojos azules me da un mapa  de la ciudad, ¿almuerzo? - le pregunto-, sí, por esta calle - me señala -,¿de donde eres? - vuelvo y pregunto-, Escocia me dice. Dios bendiga a William Walles.

Almuerzo 5 mil pesos, y deja lleno, pregunto por el puente de humilladero y el morro, dos atractivos de la ciudad, el primero construido por allá en  época colonial y el segundo el mirador de la ciudad coronado con la estatua de Belalcázar, joder tío Popayán es muy colonial.

En el parque Caldas me encuentro a dos niñas hippies, venden algo como buñuelos, vienen del sur para el norte, una francesa y la otra mexicana. Dios bendiga a Pancho Villa, Zapata y Chespirito.

Popayán es una ciudad para estar un día, y eso hago, en la noche salgo a comer algo con la incertidumbre del viaje a Pasto, no he encontrado hostal o Coach y no he podido habilitar la tarjeta para usarla en el exterior, eso me pone algo nervioso, no sé que hacer. Donde voy a comer me encuentro con las chicas hippies, les cuento mi incertidumbre. Me aconsejan, se bueno con la ruta que ella será bueno contigo me dice la mexicana, no lo entiendo mucho pero me da su facebook. No contaban con mi astucia.

Llego al hostal y como una hora después llegan una pareja de australianos, también vienen del sur y su español no es muy bueno, sus historias me dan ánimo, agarro el celular y busco donde quedarme en Pasto, nada, le escribo a Alex Haller (amigo de la U que ha hecho la ruta hasta Quito) y él me da la solución, hotel el Eden, 15 mil la noche, tv, WiFi y canal porno, ¡siganmen los buenos!

Al siguiente día desayuno (5 mil pesos), me despido de los australianos y salgo a la terminal rumbo al Edén, pasaje 25 kawasakis con WiFi y toma de energía, que gomelo el mochilero, subo al bus y mi puesto esta ocupado, ¡ehhhhhh mierda, señora! Pero recuerdo unas palabras " se bueno con la ruta que la ruta será bueno contigo" , "tranquila señora, yo me voy en otro puesto" son tres ancianas, un niño y una chica con retraso (perdón por utilizar la palabra), tomo otro  puesto y conecto mis aparatos. Dios bendiga la tecnología.

Puente de humilladero

Belalcázar

Plaza de Caldas

Panorámica desde "El morro"


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