viernes, 18 de septiembre de 2015

Corriendo de Uyuni a Arequipa

Como me hubiera gustado llegar hasta Argentina, había estado ahí, casi en la frontera, tan cerca pero con dinero suficiente para regresar a Colombia, mi temor era quedar varado en Buenos Aires, allá, en el otro extremo del continente, así pues, más por obligación que por gusto, inicié mi camino de regreso a Colombia.

El tren de Ururo salió a las 12:30 am, hubo un pequeño retraso de media hora, eso era raro en el Expreso de Sur, el tren de pasajeros boliviano. El viaje desde la Paz había sido muy bonito, e incluso podría decir que caluroso, sin embargo, el viaje de regreso no fue tan bello, lo bueno fue que pude tener dos puestos para mi y acostarme a lo ancho de las sillas, lo malo, el frío tan Hp que sentí esa noche, y eso que tenía medias calienticas.

Siete horas después estaba de nuevo en Ururo, con Juan y Estefania tomamos un taxi hasta la terminal de buses y de allí un bus hasta la paz, precio: 20 bolivianos. debido a que casi no pude dormir en el tren, dormi gran parte de las tres horas hasta La Paz, ni idea que habrá pasado en el viaje.

Juan y Estefania se quedaban una noche en la ciudad y después continuaban hacia Copacabana y a la Isla del Sol, yo ya había estado allí así no quería quedarme otra noche en La Paz, así que fui a comprar un tiket que me llevara de nuevo a Perú, pero esta vez, a Arequipa. Nuevamente como muchas veces en el viaje era momento de decir adiós, con un fuerte abrazo a cada uno me despedí de ellos, habían sido compañeros de viaje en el salar y desde allí hasta La Paz, pero ahora ellos y yo continuábamos rutas distintas, tambien fue algo melancólico, después de estar viajando con Justine, NoNo, Camilo, Arianna, Marcus, Juan y Estefania, durante varias semanas, era raro estar de nuevo solo, mi bus hacia Arequipa salía a las 16:30 horas, así que mi soledad y yo nos fuimos a caminar por La Paz.

Tenía 6 horas hasta la salida del bus, así que recorrí de nuevo la calle del comercio, ¿se acuerdan de la  preciosidad colgante?, sí, la chaqueta, pues pasé por el puesto ambulante que la vendía y no aguanté las ganas de comprarla, también unos italianos compraron una de esas hermosuras. Me sentí comprando una The Nort Face original, que cosmopolita., aprovechando que estaba en la calle de tantos puestos ambulantes, fui también a comprar más chocolate con sal, al mismo lugar donde Justine y NoNo lo habían comprado, sentía algo de tristeza al caminar de nuevo por esas calles sin las dos francesas y su librito mágico, bueno, por lo menos aprendí de ellas que el chocolate salado es delicioso.

A medio día fui a la plaza de mercado a almorzar por 12 bolivianos, sopita rica y de segundo algo de nombre raro, papas a la no sé que, lo importante era que estaba sabrocito y que mientras comía reconocí un acento familiar, una pareja se sentaron al frente mio, su forma de hablar los delataba como paisas y claro, no me resiste a hablarles, ellos estaban de vacaciones en La Paz, yo les conté de mi viaje por Suramérica y creo que les sorprendió, parece que no muchos colombianos se atreven a viajar así, solos con una mochila a la espalda, al final del almuerzo, ellos, muy amablemente me pagaron mi comida, la ruta seguía siendo buena conmigo.

Regresé a las 15 horas a la terminal de buses, como me quedaba hora y media para subir al bus, me senté a la entra de la terminal, a los minutos vi el bus que yo iba a tomar, seguro venía de Perú, después de esto salían los pasajeros de dicho y bus, y entre esas personas,¡zasssss! Tania, una chica que conocí en Lima hace ya algunas semanas, que casualidad, hablaros un rato y nos reímos de lo pequeño que es el mundo, me comentó que iba para su Brasil, bueno, aún no estaba segura, después de unos minutos de contarnos mutuamente nuestro recorridos, ella se fue a buscar un hostal en La Paz, yo por mi parte me fui a la taquilla a esperar el bus que me llevaría a Arequipa pasando por la frontera de Desaguadero y haciendo un transbordo en Puno.

Recuerdo que tan pronto subí al bus me dormí, estaba agotado, y aún me quedaban trece horas de viaje hasta Arequipa, tambien recuerdo que el bus en algún punto se detuvo, nos habíamos varado. No sé cual pudo haber sido el daño, pero como una hora y media después el problema fue solucionado por el conductor y su ayudante, llegamos más tarde a la frontera de Desaguadero, allí hay dos ciudades con un mismo nombre separadas por un río que tiene el mismo nombre que la frontera, se sellan pasaportes en unas instalaciones bastantes sencillas a ambos lados del río, después se cambia el dinero boliviano, por soles peruanos, allí descubrí que me habían dado 20 bolivianos falsos, que mal, será un recuerdo para llevar a Colombia. Durante el papeleo de pasaportes reconocí a dos personas con pasaportes como el mio, bueno, más nuevos, dos colombianos que viajaban en el mismo bus que yo, una chica; Julie y su abuelo Maximiliano, nuevamente volvía a estar acompañado al final de mi viaje.

Desde Desaguadero a Puno son tres horas, y todas esas horas pasaron hablando con Julie, ella estaba de vacaciones y se trajo a su abuelo a conocer Perú y Bolivia, también a ellos les conté de mi aventura por Suramérica, y también se sorprendieron, yo me sorprendí cuando me dijeron que vivían cerca a mi casa en Bogotá, nuevamente el mundo es pequeño.

En Puno esperamos como 40 minutos para hacer el transbordo, viajamos en tres puestos seguidos en el segundo piso del bus, yo estaba muerto, caí dormido y a pesar de frío, pude conciliar el sueño, tanto así que no me di cuenta cuando llegamos a Arequipa, Julie tuvo que moverme para despertarme, el bus ya casi estaba vacío.

Eran las 5:30 am, no sabíamos a donde ir para buscar un hostal y de pronto vi a dos personas con pinta (apariencia) de mochileros y europeos, sin dudarlo me dirigí a ellos, "disculpen, acabo de llegar a Arequipa y busco un hostal, ¿saben donde puedo conseguir uno?" a lo que ellos me respondieron "Sorry, no entiendo, ¿English?", mierda, no sabían español y yo no sabía ingles, a lo cual les dije "ohuu, no english, ¿german?, ¿deutsch?" y de nuevo la ruta fue buena conmigo, " ja, wir sind deutsche" (sí, nosotros somos alemanes), me dijeron a donde ir para encontrar hostales y después de agradecerles la ayuda y desearles buen viaje, Julie, don Máximo y yo nos dirigimos al lugar recomendado, la plaza de armas de Arequipa.

Tomamos un taxi y el conductor nos llevó a varios lugares, todos ellos muy caros, así que le dijimos que muchas gracias pero que nosotros íbamos continuar la búsqueda a pie, le pagamos y fuimos a caminar a las 6:00 am en busca de un hostal barato, de esos con habitaciones compartidas. A los minutos encontramos uno, precio: 10 soles la noche, muy barato, Julie revisó la habitación y dio su visto bueno, don Máximo y yo la seguimos sin prestar mucha atención al lugar, había algunas personas, descargamos maletas y a dormir, en mi caso había viajado casi 28 horas desde Uyuni hasta Arequipa contando la parada de 6 horas en La Paz, todo ese tiempo apenas durmiendo un poco en el tren y los buses, estaba muerto, llegar a una cama y poder dormir acostado era una bendición de diez soles, Arequipa me recibía bien.

Terminal de Buses de La Paz.


Calles de La Paz.


Más Calles de La Paz.

El hostal de diez soles.


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